viernes, 1 de octubre de 2010

BARUC

Un autor desconocido, acudiendo a un recurso frecuente en esa época, agrupó bajo la prestigiosa autoridad de Baruc una antología (=Bar) de textos religiosos de diversa índole y de diferente origen.

Baruc había sido el secretario y hombre de confianza del profeta Jeremías (cf. Jer 32.12-14; 36.1-19,26,32). Al final compartió también la suerte del gran profeta (Jer 43.4-7). Una de las profecías de Jeremías estaba dirigida personalmente a él (Jer 45).

Todo esto contribuyó, sin duda, a la fama de que gozó el nombre de Baruc. En efecto, además de la presente colección, más tarde se publicaron bajo su nombre otros escritos (los llamados “Apocalipsis de Baruc”), que no forman parte de la Biblia.

El libro se compone de varias secciones claramente distintas. Ante todo, hay que notar que la llamada Carta de Jeremías, es un apéndice que literariamente es independiente del libro de Baruc.

El libro de Baruc propiamente dicho, a su vez, se compone de las siguientes partes:

I. Introducción narrativa (1.1-14)

II. Oración penitencial (1.15--3.8)

III. La sabiduría (3.9--4.4)

IV. Palabras de aliento (4.5--5.9)

V. Carta de Jeremías (6.1-72)

La variedad de temas y géneros no impide cierta armonía de fondo. Compuestos en un momento en que el judaísmo debía definir nuevamente su identidad religiosa y nacional, estos textos insisten en la necesidad de reconocer la santidad de Dios y, en contraste con esta, el pecado del pueblo, al mismo tiempo que recuerdan las promesas de salvación que Dios había hecho a Israel. Después de la catástrofe del s. VI a.C., la ley viene a ser el gran aglutinante religioso y social.

El libro quiere infundir un sincero espíritu de conversión a Dios y recordar a los israelitas que la verdadera sabiduría, la que enseña a ordenar rectamente la vida en sus múltiples aspectos, la encuentran ellos en la ley; al mismo tiempo quiere sostener la esperanza en las promesas de salvación para el futuro.

Como posibles fechas de composición del libro se señalan la segunda mitad del s. II o la primera mitad del s. I a.C.

La Carta de Jeremías, como se ha dicho, es un apéndice añadido al libro de Baruc. Este escrito, de autor desconocido, más que una carta propiamente dicha es un mensaje dirigido a los israelitas que van al destierro para ponerlos en guardia contra la infidelidad al verdadero Dios. Todo él es una mordaz sátira contra los cultos idolátricos babilonios, pero no perdía actualidad en situaciones posteriores como la del periodo helenístico, cuando la fe de Israel se veía amenazada por ideas y costumbres extrañas. El escrito se inspira en Jer 10.1-6; Sal 115 y, sobre todo, en Is 44.9-20.

No se sabe exactamente de qué época proviene el texto original de este escrito, probablemente redactado en hebreo, pero conservado solo en traducción griega.

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